guillermo santamarina frei von jedem schaden! Aktion, Installation / acción, instalación
entre límites / zwischen grenzen — berlin 2016
26.11.2016 — 15.01.2017
Kunstraum Kreuzberg/Bethanien
Raum / sala 9

Guillermo Santamarinas »Frei von jedem Schaden!« (2006/2016) ist sowohl Performance als auch Installation. Das Stück besteht aus zwei Teilen. Im ersten Teil — einer Aktion vor Publikum — werden Dutzende von Vinylschallplatten vom Künstler zunächst über einen Plattenspieler abgespielt und dann in eine weiße Wand geschleudert. In dem noch weichen Gips bleiben die Schallplatten zum Teil stecken und formen eine karge Fassade, andere zerschellen an der Wand und fallen zu Boden. Kontaktmikrophone nehmen den Aufprall der Schallplatten auf und übertragen das Zerschellen der Platten auf ein Lautsprechersystem im Raum. Am Ende der Aktion stecken Dutzende von Schallplatten in einer mehr oder weniger zufälligen Anordnung in der Wand, hunderte Bruchstücke der Vinyls liegen auf dem Boden verstreut davor. Das Ergebnis der Performance bleibt unverändert als Installation stehen — ein nun stilles Sinnbild, das sich als Metapher der Zerstörung von Kunst und Kultur ebenso wie als persönlicher, kreativ-performativer Akt der Befreiung von profanen Emotionen interpretieren lässt.
Mit besonderem Dank an das Museo Universitario Arte Contemporáneo, UNAM, Mexiko-Stadt.
El trabajo »Frei von jedem Schaden!« (»Libre de cualquier daño!«) (2006/2016) de Guillermo Santamarina es tanto un performance como una instalación. La pieza consiste en dos partes. En la primera — una acción ante un público —, docenas de discos de vinilo son primero tocados por el artista en un tornamesa y luego, subsecuentemente arrojados contra una pared blanca. Algunos de los discos se quedan parcialmente atorados en el todavía fresco yeso de la pared, creando una fachada sobria, mientras que otros se estrellan contra la pared y caen al suelo. Micrófonos de contacto captan la colisión de los discos y transfieren el sonido de cuando se estrellan a un sistema de altavoces en la sala. Al concluirse la acción, decenas de discos quedan atorados en la pared, en una disposición más o menos casual, y cientos de pedazos de vinilo se encuentran regados frente a ella en el piso. El resultado del performance permanece intacto como instalación. Queda la imagen en silencio que puede interpretarse como metáfora de la destrucción de arte y cultura, así como un acto personal, creativo-performativo de liberación de emociones inútiles y banales.
Con especial agradecimiento al Museo Universitario Arte Contemporáneo, UNAM, Ciudad de México.
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